martes, 4 de abril de 2017

Maruja Mallo (1902-1995) (1)


El nombre real de Maruja Mallo era Ana María Gómez González. Debido al trabajo de su padre se trasladaba con frecuencia, es por eso que se instaló en Avilés donde comenzó su formación en la Escuela de Artes y Oficios.

Con 20 años, después de su traslado a Madrid, se relaciona con artistas, escritores y cineastas
importantes del momento. Además, se siguió formando en la Real Academia de Bellas Artes.

Durante la década de 1920 trabaja para numerosas publicaciones literarias como La Gaceta Literaria, El Almanaque Literario o La Revista de Occidente.
En 1928, Ortega y Gasset, fundador de La Revista de Occidente, conoce sus cuadros y organiza su primera y única exposición, la cual tuvo un gran éxito.

Obtuvo una pensión de la Junta de Ampliación de Estudios para ir a París en 1932 y fue en la Galería Pierre Loeb donde tuvo lugar su primera exposición en la ciudad. Allí comienza su etapa surrealista en la cual cambió radicalmente su pintura.

Regresa a Madrid en 1933 y comienza a ejercer como profesora de dibujo en varios institutos.

En mayo de 1936 tiene lugar su tercera exposición organizada por ADLAN, y en estallar el conflicto bélico, se ve obligada a huir a Portugal donde la recibe su amiga y embajadora, Gabriela Mistral. Gracias a ella, se traslada a Buenos Aires donde sigue pintando, dando clases y cultivando amistades, iniciando así su exilio en Argentina, el cual duró 25 años.

Regresa a España en 1962 y en 1979 comienza su última etapa pictórica en la cual recibe numerosos premios y reconocimientos. Finalmente, el 6 de febrero de 1995, muere en Madrid a los 93 años.

Maruja Mallo es considerada como la gran pintora del siglo XX. Sus obras se caracterizaban por la recuperación de lo popular, del Arrabal, del extrarradio, de la feria, de la verbena y de San Isidro. Ella enseguida incorpora todo este mundo dinámico, moderno, lleno de movimiento y de color, y de acciones simultáneas a sus obras.

Mallo fue un papel fundamental en la Generación del 27, como elemento renovador, con su enorme capacidad de comunicación y un entusiasmo que ella sabía transmitir a los demás.

OBRAS DE ARTE

Actualmente los cuadros de Maruja Mallo están expuestos en el Museo Reina Sofía de Madrid.
La Verbena (1927): se reflejan los elementos típicos de las fiestas populares madrileñas.

Tierra y excrementos (1932): representa la evocación de la materialidad de la tierra.
Canto de las espigas (1929): se inspira en los trabajos de la tierra.

Paula Montesino, Nerea García, Isamar Massa

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