María Zambrano nació en Vélez (Málaga) el 22 de abril de 1904. Era hija del también filósofo y pedagogo Blas Zambrano. Fue discípula de Xavier Zubiri y amiga de José Ortega y Gasset. Falleció el 6 de febrero de 1991 (86 años) Madrid.
Era filósofa y ensayista, estudió en la universidad complutense de Madrid. Cuando la guerra civil estalló, estaba en el extranjero. Volvió porque creía que España la necesitaba.
Para ella la historia de España es la historia de la resistencia, del espíritu libre y autónomo que nunca ha podido sobreponerse a los males. Fue plenamente consciente de que su generación es la que cambió España haciéndola libre y progresista.
Su extensa obra, entre el compromiso cívico y el pensamiento poético, no fue reconocida en España hasta el último cuarto del siglo XX tras un largo exilio, que la llevó a México, La Habana, Roma y París.
Ya anciana, recibió los dos máximos galardones literarios concedidos en España: el Premio Príncipe de Asturias en 1981, y el Premio Cervantes en 1988.
Para María Zambrano la filosofía empieza con lo divino, con la explicación de las cosas cotidianas con los dioses. Hasta que alguien se pregunta ¿Qué son las cosas? entonces se crea la actitud filosófica. Para Zambrano existen dos actitudes: la actitud filosófica, que se crea en el hombre cuando se pregunta algo, por la ignorancia, y la actitud poética, que es la respuesta, la calma y en la que una vez descifrada encontramos el sentido a todo.
La salud de María Zambrano era muy delicada, se la llegó a dar por muerta tras un colapso de varias horas y una larga convalecencia.
Alejandro Motos, Toni Carpio
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